El día de ayer domingo 8 de enero, ocurrió un atentado en la sede de los tres poderes en Brasilia, por parte de los "seguidores" del expresidente Jair Bolsonaro, exigendo la renuncia del ahora presidente Lula Da Silva, pidiendo ayuda a las Fuerzas Armadas para derrocar el actual gobierno. El reciente mandatario calificó a los supuestos simpatizantes de Bolsonaro como "fanáticos fascistas". 

Los manifestantes vestidos con los colores de la bandera nacional superaron en número a la fuerza policial e ingresaron a la sede del Congreso alcanzando la cámara de Senado, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial. 

Horas después la policía logra tomar el control de los edificios gubernamentales arrestando aproximadamente a más de 200 personas en 24 horas. El presidente advirtió que "vamos a averiguar quiénes son los financistas y todos pagarán con fuerza de ley", también afirmó que hubo un a falta de seguridad y que aquellos que realizaron este acto de vandalismo serán encontrados y castigados.  

Lula Da Silva decretó la seguridad de la ciudad capital ordenando su cierre y también de la avenida donde se encuentran los edificios gubernamentales y administrativos en donde ocurrió este hecho barbárico. El gobierno brasilero ha ordenado la detención del recientemente despedido Anderson Torres, ahora exsecretario de Seguridad de Brasilia, por no haber tomado las precauciones en el instante y permitir este ataque a la sede del Estado. El Ministro de Justicia Flávio Dino habla que este "terrorismo" fue un intento de "golpe de estado". 

Este acto calificado como "vandalismo" por el presidente Lula ha circulado por todas las redes sociales, se han vuelto virales varias fotografías y videos acerca de este "atentado" haciéndose tendencia internacional en el instante, existen diversas opiniones sobre este hecho, pero no se sabe conexactitud si realmente estos manifestantes son simpatizantes del exmandatario; El Estado Brasilero se hará cargo de lo ocurrido acorde a lo que establece la ley.

Redactora: Luján Barrios