Foto: unas 414.000 personas aproximadamente se encuentran en pobreza extrema.

Sabemos que la situación económica en nuestro país es bastante compleja, y los datos publicados sobre pobreza monetaria surgen a partir de la Encuesta Permanente a Hogares Continua,(EPHC) es una encuesta que se hace todo el año, pero el periodo de estudio responde al cuarto trimestre del año 2022.

«Inicialmente lo que se ve, es la reducción de la pobreza total que pasa de 1 millon 900 mil a 1 millón 800 mil personas, entonces hay una leve disminución de un 26,9% a un 24,7%, también hubo una variación alta en cuanto a pobreza extrema donde verificamos que de un 3,9% a un 5,6%, en términos absolutos representa unas 414.000 personas aproximadamente que están hoy en pobreza extrema, esto significa que no alcanzan a cubrir los costos de la canasta básica,» explicó.

Refirió que, existen muchos factores que incidieron para que esto se pueda dar coyunturalmente, en caso de la pobreza total, la reducción se dio porque en la zona urbana hubo una gran reactivación de la construcción, de los servicios, también del comercio que hizo que las personas aumenten en alguna medida sus ingresos, y ese aumento rebasó a la inflación. La inflación que es un factor para el análisis, estuvo en torno al 10% de encarecimiento de la canasta básica de alimentos.

«Sin embargo, la incidencia en la pobreza monetaria extrema tiene mucho que ver con lo que pasa en las zonas rurales, ahí hubo un periodo de sequía bastante duro, así también la aparición de una plaga que afectó principalmente a cultivos como la mandioca y cultivos de autoconsumo,» acentuó.

Destacando el impacto que han tenido las trasferencias monetarias públicas, si no hubiese existido los programas sociales Tekopora y Pensión para Adultos Mayores , la pobreza total hubiera subido un 26,9%, es decir, alrededor de 158 mil personas no cayeron bajo esa línea resaltó, Ojeda.

Por su parte, los citados programas sociales evitaron que la pobreza extrema suba un 7,3%, es decir, alrededor de 124 mil personas no cayeron bajo esa línea de pobreza extrema.

Las medidas oficiales de pobreza monetaria total y extrema son obtenidas a partir de dos fuentes de datos, por un lado, la información sobre los ingresos de la población, resultante de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC), ejecutada anualmente por el INE; mientras que los costos de las Canastas Básica Alimentaria y de Consumo provienen de las Encuestas de Ingresos y Gastos y son valores actualizados anualmente por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).

«Finalmente, se proyecta una leve mejoría socioeconómica para éste 2023, en la medida que se vayan anclando las expectativas de inflación,» acotó.

Redacción: Johana Pertile